Alarma Empresarial: La Inteligencia se Convierte en un «Commodity» con la IA
Líderes tecnológicos advierten sobre la velocidad exponencial de la IA, equiparándola a «siete años de Internet en uno», y mencionan que se necesita una transformación cultural inmediata para que las empresas no perezcan ante la ola de reinvención total.
Bogotá, noviembre 2025 — La Inteligencia Artificial (IA) ha dejado de ser una mera especulación futurista para convertirse en una fuerza operativa ineludible que redefine la historia de las organizaciones. Esta realidad se manifiesta a través de sistemas integrados que impulsan la automatización avanzada, la toma de decisiones aumentada mediante el
análisis de Big Data, y una personalización de la experiencia del cliente a una escala sin precedentes. La IA no solo optimiza procesos, sino que está reescribiendo la propia naturaleza de la ventaja competitiva.
Luis Adriano Calero, CEO del Grupo Red Partner, menciona que la inteligencia per se está dejando de ser un diferenciador competitivo y se está convirtiendo en un commodity. Dado que los LLM (Large Language Models), ya han superado la inteligencia promedio humana, alcanzando niveles de casi genio (118 de IQ), y pueden realizar tareas que antes tomaban 2 horas y 17 minutos con un solo clic, el acceso a un «razonamiento superior» se ha democratizado con un costo marginal.
Si todas las empresas tienen la misma superinteligencia, ¿qué diferencia a una empresa de otra?, la respuesta estratégica está en el conocimiento interno no digitalizado y tácito de la organización.
La Muerte del Guardián de la Eficiencia
Ante este escenario, el rol del Chief Information Officer (CIO) tradicional, enfocado en ser «guardián de la eficiencia» al optimizar procesos, reducir costos y asegurar la operación, resulta ahora «insuficiente».
Diego Parra Giraldo, CIO en SUMMA SCI (Grupo Argos), señala que los CIO modernos deben dejar de ser meramente operativos y convertirse en «arquitectos del pensamiento organizacional» y «diseñadores de capacidades cognitivas organizacionales».
«La IA se convierte en un copiloto del pensamiento,» explicó Parra, cuyo rol es asistir, advertir y enriquecer las decisiones, pero sin tomar el control total. Este enfoque de Inteligencia Aumentada (máquina más humano), se vuelve crucial, ya que la diferencia en capacidad entre quienes usan IA y quienes no la usan se vuelve monumental.
El Nacimiento del Context Engineer
La verdadera ventaja competitiva ahora reside en la capacidad de las empresas para gestionar y combinar su propiedad intelectual privada —incluyendo el conocimiento tácito y estratégico— con el conocimiento universal y el razonamiento de los LLM.
Esto ha impulsado una nueva y fundamental carrera: El Context Engineer, en la que estos ingenieros están capacitados para «gestionar y extraer ese conocimiento disperso que está en los Excel, en los PowerPoints, entre otros, para identificarlo, capturarlo y sistematizarlo».
El valor más importante reside en el capital invisible de la organización. Mientras que la tecnología es ahora una mercancía estandarizada (commodity), la ventaja competitiva decisiva se encuentra en quién logre construir y aplicar el mejor contexto para interpretar y utilizar los datos de manera estratégica. La maestría en la información y la comprensión profunda del negocio son el activo más valioso de la era de la IA.
En este escenario de reinvención de valor, estamos observando cómo las empresas líderes se enfocan intensamente en la infraestructura del dato y las arquitecturas cognitivas, elementos esenciales para asegurar la captura y gestión estratégica de ese conocimiento disperso. “La convergencia de la IA generativa con estas capacidades de gestión de datos es lo que determinará el liderazgo en el mercado.» Menciona Vanessa Ospina Crissien, VP of Business Development de E-dea Networks.
El Desafío Inevitable: Cultural y Emocional
A pesar de los claros beneficios económicos —como el caso de Norfund, un fondo de inversión que reportó un aumento del 20% en productividad (equivalente a 213,000 horas) mediante agentes especializados en análisis financiero—, el mayor obstáculo para la adopción no es técnico, sino «emocional y cultural».
Existe un «miedo a ser reemplazados, a volverse irrelevante o quizás perder el control». Los expertos coincidieron en que es tarea del liderazgo transformar ese miedo en curiosidad y reconocer que «la IA no viene a ocupar tu lugar, sino que, por el contrario, viene a abrir espacios para pensar distinto».
Luis Adriano Calero advirtió sobre la urgencia: «El que no se ha montado en la IA está tarde». Ya que el 90% del código podría ser generado por IA en los próximos 3 a 6 meses.
El camino crucial para la adaptación, según los expertos, es priorizar la cultura y el mindset. Las empresas deben comenzar asegurándose de que toda la organización se potencie con IA generativa, para luego buscar «éxitos tempranos» en proyectos con alto Retorno de Inversión (ROI).
La conclusión es ineludible: «Cada producto, cada servicio, cada dispositivo que usamos hoy se creó antes de la IA y todos serán reinventados». El desafío para cada compañía es decidir si va a participar activamente en ese proceso de reconstrucción total del valor económico.

