Energía 

Tecnología y seguridad, piezas clave del futuro energético de Colombia

Por: Miguel Castellanos, Gerente de Ventas Regional de Genetec.

En Colombia solemos debatir sobre la energía en términos de costos o cobertura, pero rara vez reflexionamos sobre la seguridad de la infraestructura que la hace posible. La red eléctrica es hoy la columna vertebral que sostiene gran parte de la vida moderna. Esa misma relevancia, sin embargo, la convierte en un blanco vulnerable que el país no puede darse el lujo de ignorar.

Las cifras muestran la magnitud del reto. Solo en el primer semestre de 2024, Enel Colombia registró 14.753 casos de hurto de energía en Bogotá y Cundinamarca, con pérdidas de 115 GWh, suficientes para abastecer a 148.500 hogares durante un mes. A ello se suman más de seis kilómetros de cable robados, valorados en $1.100 millones. Pero no se trata solo de pérdidas económicas: cada corte puede dejar a comunidades enteras sin luz, afectar hospitales o comprometer servicios esenciales. En paralelo, las amenazas digitales crecen, pues la red depende cada vez más de sensores y software que, sin protección adecuada, podrían convertirse en puertas de entrada a ciberataques.

Este panorama, lejos de invitar al pesimismo, representa una oportunidad para fortalecer el sistema energético con visión de largo plazo. La experiencia internacional lo demuestra, pues cada vez son más los países que adoptan modelos de defensa en capas que combinan medidas físicas, monitoreo inteligente, comunicación segura y protocolos de respuesta. Colombia necesita avanzar en esa dirección: pasar de reaccionar ante emergencias a construir resiliencia desde el diseño de la infraestructura.

Un enfoque integral debería contemplar la detección temprana de incidentes; la disuasión física mediante señales visibles y barreras; la evaluación en tiempo real con plataformas unificadas; la comunicación ágil con autoridades y comunidades; y respuestas claras y entrenadas. Estas medidas no solo reducen riesgos, también optimizan recursos y fortalecen la confianza ciudadana.

La transición energética ofrece, además, una ocasión única para innovar. Los parques solares y eólicos que comienzan a expandirse en el país deberían concebirse con estándares de seguridad desde el diseño, evitando errores del pasado en los que la protección se añadía después.

La conclusión es clara: blindar la red eléctrica no es un lujo, es una condición indispensable para garantizar la resiliencia del país. Y, lejos de ser un obstáculo, este desafío puede convertirse en motor de modernización, atracción de inversión y confianza en la transición energética que Colombia necesita.

En ese propósito, tecnologías como las de Genetec representan un modelo de cómo la seguridad física y la cibernética pueden converger de forma inteligente. Su enfoque unificado permite integrar videovigilancia, control de acceso, análisis de datos e inteligencia geoespacial en una sola plataforma, facilitando la toma de decisiones y la respuesta ante incidentes. Para el sector energético, esto significa contar con herramientas que no solo protegen activos críticos, sino que también aportan eficiencia operativa y sostenibilidad técnica, factores esenciales para un futuro energético seguro y confiable.

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