Del metaverso al “phygital learning”: la nueva frontera de la educación inmersiva
Colombia se consolida como uno de los países latinoamericanos con mayor proyección en educación inmersiva, el mercado de educación en el metaverso alcanzará los US$14,4 millones en 2025, con una tasa de crecimiento anual del 50%, según Statista.
Expertos de ESEIT destacan que el modelo “phygital learning” que combina lo físico y lo digital, está redefiniendo la forma en que los estudiantes aprenden, practican y aplican el conocimiento en contextos reales.
Colombia, Noviembre de 2025 – En Colombia, la educación virtual está dando un salto cualitativo hacia la inmersión total. Ya no se trata solo de clases online, sino de entornos donde los estudiantes interactúan con modelos 3D, simulan escenarios reales y combina la presencialidad con herramientas tecnológicas avanzadas. Este nuevo paradigma, conocido como “phygital learning”, marca la evolución del aprendizaje hacia una experiencia que fusiona lo físico y lo digital.
El interés por la educación inmersiva crece de manera acelerada. Según Statista, el mercado de educación en el metaverso en Colombia alcanzará US$14,4 millones en 2025, con una tasa de crecimiento anual del 50,02%, y superará los US$109 millones en 2030. Además, se proyecta que más de 959.000 colombianos participarán en experiencias de aprendizaje basadas en entornos virtuales antes del final de la década. “Estos datos confirman que la educación inmersiva no es el futuro, es el presente que está moldeando la nueva era del aprendizaje”, resalta un experto de ESEIT.
La clave está en la conexión entre interactividad y efectividad. Según estudios de MoldStud y PwC, la realidad aumentada (RA) puede aumentar las tasas de retención de conocimiento del 15% al 75%, y quienes participan en capacitaciones inmersivas se sienten cuatro veces más comprometidos que en los métodos tradicionales. Esto se debe a que la RA y la realidad virtual (RV) convierten la teoría en práctica, creando un entorno donde el estudiante vive el aprendizaje.
El impacto también se traduce en productividad y resultados concretos. Empresas globales que aplican RA en capacitación han reportado reducciones del 30% en el tiempo de formación y mejoras del 50% en el rendimiento operativo. En el ámbito educativo, la Universidad de Maryland reveló que los estudiantes que utilizan RA obtienen puntuaciones 37% más altas en evaluaciones respecto a sus pares tradicionales.
Colombia también avanza en esta dirección. Según un estudio de Open Global Trusted, la alfabetización digital tiene un impacto positivo del 56,8% en la autoeficacia para aprender en entornos del metaverso, y esta autoeficacia influye un 44,7% en la intención de los estudiantes de formarse dentro de estos espacios. “Estos datos muestran que la confianza tecnológica del estudiante es tan importante como la infraestructura digital. El desafío no es solo conectar aulas, sino conectar mentes”, afirma un experto de ESEIT.
A nivel global, el mercado de soluciones “phygital” que abarca educación, formación y simulación, superó los US$25.000 millones en 2023 y alcanzará los US$52.500 millones en 2030, según Virtue Market Research, con un crecimiento anual del 11,2%. Esto refleja el creciente interés en modelos híbridos que integran aprendizaje presencial, RA, RV y gamificación.
Y los resultados están a la vista, el 66% de los estudiantes latinoamericanos afirma que las clases inmersivas con RV son más motivadoras, aunque un 32% reporta fatiga visual o mareos, según la revista La Región. Sin embargo, la motivación y la retención del conocimiento superan ampliamente los métodos tradicionales, lo que refuerza la importancia de adaptar las estrategias pedagógicas a estos nuevos entornos.
Desde ESEIT, los especialistas sostienen que el aprendizaje phygital no busca reemplazar a la educación tradicional, sino amplificarla con tecnología que inspire, conecte y potencie el talento humano. “En el aula phygital, los estudiantes no solo aprenden conceptos, los experimentan. La educación deja de ser un proceso pasivo para convertirse en una experiencia viva y transformadora”, concluyen los expertos de la institución.
El metaverso fue el inicio. Hoy, el verdadero cambio está ocurriendo en la convergencia entre lo físico y lo digital, donde la educación no solo se enseña, se siente, se vive y se recuerda.

