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Colombia necesita más de 162.000 profesionales en tecnologías de la información: expertos hablan de claves para cerrar la brecha tecnológica

NTT DATA proyecta llegar a 3.000 colaboradores en Colombia en 2025, con un crecimiento de más del 20% y centros de desarrollo en ciudades como Popayán y Quibdó.

El país necesitará más de 162.000 profesionales en Tecnologías de la Información (TI) para cubrir la demanda de talento.

El déficit es particularmente crítico en perfiles de ciencia de datos e inteligencia artificial, donde se calcula una escasez superior a 112.000 profesionales.

Bogotá, Colombia. Octubre de 2025. La transformación digital avanza en Colombia, pero la falta de talento especializado amenaza con frenar el ritmo de innovación. Según proyecciones de la Fundación Corona, para este 2025 el país necesitará más de 162.000 profesionales en Tecnologías de la Información (TI) para cubrir la demanda creciente en áreas como inteligencia artificial, ciencia de datos, ciberseguridad y desarrollo de software.

El déficit es particularmente crítico en perfiles de ciencia de datos e inteligencia artificial, donde se calcula una escasez superior a 112.000 profesionales, lo que refleja la magnitud del desafío. A esta situación se suma el aumento sostenido en la demanda de técnicos y tecnólogos, que creció cerca de un 27% en el último año, con salarios que en algunos casos superan los nueve millones de pesos.

Educación y empleo: un reto compartido

Ante este panorama, expertos coinciden en que cerrar la brecha tecnológica requiere una respuesta articulada entre el sector educativo, el empresarial y el gobierno. En materia educativa, universidades y escuelas técnicas han comenzado a rediseñar programas académicos para responder a las necesidades actuales del mercado. De hecho, la Escuela Superior de Empresa, Ingeniería y Tecnología (ESEIT), lanzó carreras virtuales de Ingeniería de Datos e Inteligencia Artificial, una apuesta para masificar el acceso a este tipo de formación.

Sin embargo, los esfuerzos todavía resultan insuficientes. “No basta con ampliar la cobertura; es necesario garantizar que los programas estén alineados con las competencias que demanda la industria tecnológica y que los egresados tengan rutas claras de empleabilidad”, advierten analistas de NTT DATA.

El papel de las empresas tecnológicas

Ejemplos de programas que buscan responder a este reto empiezan a ganar protagonismo. Uno de ellos es NTT DATA, una de las consultoras tecnológicas más grandes del mundo, que proyecta llegar a 3.000 colaboradores en Colombia en 2025 y con meta es crecer alrededor de un 25% anual y alcanzar 4.500 colaboradores en 2028, también, ha creado centros de desarrollo en ciudades como Popayán y Quibdó en alianza con el SENA, así mismo, en alianza con Microsoft, Google y AWS, ha desarrollado semilleros de talento digital. Además, la compañía impulsa el programa Women in Tech, con el que espera formar a más de 10.000 mujeres en habilidades digitales.

La apuesta por la inclusión es otro componente decisivo, por lo que el programa “Mujeres AutéNTTicas”, de NTT DATA, formó a 160 mujeres en 2024 y en su nueva edición de este año incluyó a familiares de colaboradores, ampliando su alcance más allá del ámbito corporativo. Con iniciativas de este tipo, se busca atacar la desigualdad de género en un sector donde solo el 35% de los profesionales de la industria de la tecnología, información y medios son mujeres, según reportes del Global Gender Gap Report 2025.

La innovación y el emprendimiento también hacen parte de la solución, de hecho, los eAwards de la Fundación NTT DATA, que en 2024 tuvieron su primera edición global en Colombia, premiaron a Alinti, un emprendimiento que genera electricidad a partir de plantas para comunidades rurales sin acceso a energía, se desarrollan todos los años en el país con el fin de buscar proyectos tecnológicos que pongan e innovación la tecnología al servicio de la humanidad. Este tipo de reconocimientos buscan visibilizar proyectos que combinan tecnología con impacto social.

Así mismo, a través de su programa Ecosistema Academia Empresa ha impactado a 1.931 jóvenes en Colombia, ofreciéndoles experiencias de aprendizaje, mentoría con expertos y oportunidades para insertarse en el mundo laboral. La iniciativa cuenta con alianzas con organizaciones como Fe y Alegría, que junto al SENA, impulsa programas de formación en software para estudiantes de grados 10° y 11°, y la Fundación Forge, dedicada a abrir oportunidades para jóvenes en Colombia, Perú, Chile y Argentina.

Además, la compañía trabaja de la mano con universidades como la Javeriana, los Andes, Sergio Arboleda, Jorge Tadeo Lozano, EAFIT, Universidad de Antioquia, entre otras, fortaleciendo la formación en carreras tecnológicas y generando puentes directos con la industria. Actualmente, 17 practicantes (14 del SENA y 3 de universidades) y 34 perfiles junior desarrollan su talento dentro de la empresa, lo que demuestra un creciente interés de las nuevas generaciones por vincularse al sector.

“Estos casos evidencian que la educación tecnológica no solo beneficia a los jóvenes que buscan un mejor futuro laboral, sino que también constituye una inversión estratégica para las empresas y un motor de competitividad para el país. Formar y retener talento es tan importante como desarrollar la tecnología misma. La verdadera transformación digital solo será posible si cerramos la brecha de habilidades”, señaló Juan Sebastián Escobar, CEO de NTT DATA Colombia.

¿Qué está en juego?

El impacto de esta brecha no se limita al sector tecnológico pues sectores como la banca, salud, energía, manufactura y telecomunicaciones ya demandan soluciones de inteligencia artificial y automatización que requieren equipos especializados. Por lo que no contar con una fuerza laboral preparada implica perder competitividad frente a mercados como México o Brasil, que avanzan con mayor rapidez en la adopción tecnológica.

Expertos coinciden en que la respuesta no solo pasa por ampliar la oferta académica en universidades, sino también por fortalecer programas de formación técnica, bootcamps y certificaciones que permitan a las personas capacitarse en menos tiempo y con pertinencia en habilidades de alta demanda como inteligencia artificial, ciencia de datos y ciberseguridad. Este tipo de iniciativas muestran cómo la educación puede convertirse en una herramienta de inclusión y movilidad social, al tiempo que cubre las necesidades de talento de la industria.

Claves para avanzar

Para los expertos de NTT DATA, las prioridades del país deben enfocarse en cinco frentes:

  1. Invertir en educación digital y en la actualización de docentes.
  2. Desarrollar infraestructura tecnológica y conectividad que permita el acceso equitativo.
  3. Impulsar alianzas entre empresa y academia para generar rutas formativas más cortas y prácticas.
  4. Promover la inclusión de mujeres y poblaciones de regiones apartadas en carreras STEM.
  5. Diseñar políticas de retención de talento, con incentivos al trabajo remoto y condiciones competitivas.

La brecha tecnológica en Colombia es uno de los mayores retos de la próxima década, por lo tanto, la clave estará en convertir la educación y la empleabilidad en motores de transformación social y económica. Solo así el país podrá aprovechar el potencial de la revolución digital y no quedarse atrás en un escenario global cada vez más competitivo.

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