Ciudades Inteligentes IoT 

Ciudades conectadas: cómo el IoT está redefiniendo la seguridad urbana

Bogotá, octubre de 2025 – Las ciudades modernas enfrentan el desafío de ser más seguras, eficientes y resilientes en medio de un crecimiento urbano acelerado. Hoy, la seguridad ya no depende únicamente de patrullas en las calles o cámaras de vigilancia, sino de la capacidad de conectar y aprovechar datos en tiempo real. En este contexto, el Internet de las Cosas (IoT) se consolida como un aliado clave para anticipar riesgos, optimizar recursos y construir entornos urbanos más confiables.

El alcance del fenómeno es tan grande como su potencial. Para 2030 se estima que habrá cerca de 30 mil millones de dispositivos IoT en funcionamiento, casi el triple de lo existente en 2020. En paralelo, el mercado global del IIoT podría alcanzar un valor de 1,74 billones de dólares, con un crecimiento anual superior al 20 %, según datos de Precedence Research. Estas cifras muestran que la recopilación y análisis de datos en tiempo real ya no es un escenario futurista, sino una realidad que está redefiniendo la manera en que operan las ciudades.

“Integrar sistemas, sensores y plataformas en una arquitectura unificada dejó de ser un lujo para convertirse en una necesidad. Solo cuando los datos se conectan y se contextualizan dejan de ser ruido para transformarse en decisiones inteligentes que fortalecen la seguridad y mejoran la vida en las ciudades”, afirma Cristian Barraza, Director de Ventas Región SSA en Genetec.

Cómo los datos de IoT fortalecen la seguridad urbana

Según Genetec, compañía líder en soluciones de seguridad electrónica, el verdadero potencial del IoT no está en la cantidad de dispositivos desplegados, sino en cómo estos datos se integran en plataformas que permiten correlacionar eventos y automatizar respuestas. Bajo esta premisa, los datos de IoT ya están transformando la seguridad urbana en distintas áreas:

  • Prevención de conductas ilegales: reglas automatizadas en cámaras ayudan a identificar actividades inusuales, como accesos indebidos en áreas restringidas.
  • Respuesta en áreas sensibles: sensores de sonido detectan palabras clave como “ayuda” en lugares donde no pueden instalarse cámaras, activando de inmediato protocolos de seguridad.
  • Monitoreo de infraestructuras críticas: sensores de temperatura y control de acceso alertan cuando un espacio supera umbrales de riesgo, permitiendo reaccionar antes de que ocurran fallas graves.
  • Gestión del aire en espacios concurridos: sensores de video y conteo de personas permiten ajustar automáticamente la ventilación en zonas con alta afluencia, garantizando mejor calidad del aire y eficiencia energética.
  • Automatización de sistemas de edificios: la integración de datos activa iluminación, climatización o ventilación de forma automática en función del ingreso de personas o vehículos.

Estos casos evidencian que el valor del IoT radica en generar contexto y facilitar la toma de decisiones. En Colombia, por ejemplo, la implementación de estas tecnologías podría fortalecer la gestión de la movilidad en ciudades, apoyar la seguridad en aeropuertos y sistemas de transporte masivo, así como optimizar la operación de edificios públicos y privados, donde la necesidad de entornos más seguros y sostenibles es cada vez más evidente.

En definitiva, las ciudades que logren aprovechar estratégicamente los datos generados por IoT estarán mejor preparadas para enfrentar los retos de seguridad, movilidad y sostenibilidad del futuro. La clave no es instalar más sensores, sino transformar la información en decisiones que generen entornos urbanos más seguros, resilientes y habitables.

Entradas relacionadas